El pasado 26 de enero se vivió una jornada especial en honor a nuestra querida patrona y titular de nuestra parroquia, Santa Paula. Tras su fiesta, la feligresía continuó con la novena dedicada a San Blas y se centró en los preparativos de la semana grande en torno al Patrón del barrio de Canillas. Este año la celebración se verá, en parte, ensombrecida por la situación sanitaria que atravesamos, tal y como se hizo eco la pasada semana el portal de noticias de Archimadrid, en el que ya se anunciaba la cancelación de la venta de sus famosas rosquillas y los horarios de misas distribuidos durante la jornada para evitar aglomeraciones en un templo con el aforo reducido a poco más de 130 personas. Sí se mantendrá, en cambio, la venta de cintas y velas del santo.
Como todos los años, en los días previos a San Blas, que se celebra el próximo 3 de febrero, participaremos de una eucaristía en la que despediremos a quienes nos han dejado y daremos la bienvenida a nuevos hermanos. La primera misa anual de la hermandad, en la que se reza por los hermanos fallecidos, será ofrecida por el eterno descanso de nuestra hermana Filo, que nos dejó en agosto de 2019, y tendrá lugar el próximo lunes 1 de febrero a las 19:00 horas. Al finalizar, tendrá lugar la ceremonia de entrega de medallas. Como es ya costumbre, tomaremos toda las medidas pertinentes establecidas por el gobierno para acoger a nuestros nuevos hermanos, que recibirán su medalla corporativa de la hermandad. Os invitamos a todos, tanto a feligreses de la parroquia como al resto de hermanos de la cofradía (no olvidéis llevar puesta la medalla) a que les acompañéis en esta bienvenida.
Aprovechamos este espacio para animar a los que todavía no sois miembros de la hermandad, a que os unáis a este bonito proyecto inspirado desde la comunidad de Santa Paula. Os invitamos a que os inscribáis y viváis la fraternidad en torno a la figura de nuestros queridos titulares, el Cristo de la salud, la Virgen de la Soledad y San Blas. De esta manera, unidos, podremos seguir “haciendo ruido” tal y como nos ha pedido el Papa Francisco.