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La corona de Adviento

“Preparad el camino al Señor y escuchad la Palabra de Dios”

  • ¡¡¡¡Pssst!!!
  • ¿Qué pasa?
  • Que si te has enterado de que llega la Navidad.
  • Pues claro, cómo no me voy a enterar. Las luces colgantes de las calles encendidas, todos los escaparates de las tiendas adornados, los dulces, el marisco y miles de viandas suculentas en las tiendas, los anuncios en la televisión, la gente como loca comprando aquí y allá… Como para no enterarse.
  • Estás un tanto despistadillo, se te olvida lo más importante.
  • ¿Sí? ¿Y qué es eso tan importante?
  • Que Navidad significa “El nacimiento de Jesús” y comienza con el tiempo de Adviento.
  • ¿El tiempo de al viento? ¿Y eso qué es?
  • ¡Huy!  Más que despistadillo estás muy pero que muy pez. ¿Quieres que te cuente una hermosa historia?
  • Claro que sí, con tanto misterio me has intrigado y quiero saber más sobre ese tiempo del que me hablas.

En la Navidad, celebramos el nacimiento de Jesús y para prepararnos para este acontecimiento tenemos el tiempo de Adviento que significa venida, llegada, es decir, que Dios se hace hombre y viene al mundo.

Además, como todo comenzó con el nacimiento de Jesús, el Adviento marca el comienzo de un nuevo Año Litúrgico en la Iglesia y que en este año 2021, empieza el domingo 28 de noviembre y termina el 24 de diciembre que es cuando nace “El Niño Jesús”. Los cuatro domingos anteriores a la Navidad forman el Adviento y en este tiempo, la Iglesia usa en la liturgia el color morado.

El sentido que tiene el Adviento es avivar en los creyentes la espera del Señor y estar alerta porque no se sabe cuándo va a llegar, así que, para mantenernos despiertos, cada domingo encendemos una vela como signo de vigilia.

Las cuatro velas de la Corona de Adviento se van prendiendo semana a semana, en los cuatro domingos de adviento y con una oración especial.

Las velas nos permiten reflexionar la oscuridad provocada por el pecado que ciega al hombre y lo aleja de Dios. Después de la primera caída del hombre, Dios fue dando poco a poco una esperanza de salvación que iluminó todo el universo, como las velas de la Corona.

  • ¿Qué te ha parecido mi historia?
  • Pues la verdad, es que me ha cautivado. Voy corriendo a comprar mis velas para comenzar ese ritual tan bonito.

*Mándanos las fotos de tu corona de Adviento al correo electrónico lourdes@parroquiasantapaula.com y las iremos añadiendo a esta noticia.

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