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El rincón del feligrés

José Luis de Pedro Sastre

A los que no vienen a la parroquia, les diría como Jesús: “Ven y verás”

 Yo, José Luis de Pedro Sastre me presento como un feligrés más de la Parroquia de Santa Paula de Canillas de Madrid que como inmigrante vine a Madrid y vivo con mi familia: mi esposa e hijo menor en las proximidades a la parroquia. Mi otro hijo ya independizado tiene dos hijos que al ser mis nietos son la alegría de mi vida. Emigré desde Abelón de Sayago (Zamora).

Con 12 años fui al Seminario Menor de Toro (Zamora). Al acabar pasé al Seminario Mayor de Zamora ubicado entonces en el Convento de los Jesuitas del Paseo del Rollo en Salamanca para estudiar durante unos años Filosofía y Teología en La Universidad Pontificia de Salamanca donde recibí clases de don Olegario y monseñor Setién entre otros que han resultado ser de las mentes más preclaras de España. Pero ocurrió, como se dice en San Mateo 20,16: “Muchos son los llamados y pocos los elegidos”. Quiero decir con esto que dejé el seminario y comencé a estudiar en la Universidad Civil de Salamanca, ciudad de ensueño para mí de la que me sentí hechizado, Filosofía y Letras en la rama de Geografía e Historia. Me licencié en el año 1977. Allí conocí a Pilar que es mi esposa. Nada más acabar la carrera me vine de profesor a Madrid al colegio Ramón y Cajal en el que estuve desde1977 a 2017. Comencé dando Religión, Lengua,  y Geografía a 2º de BUP. He de decir, por cierto que aún las clases no eran mixtas aunque al poco ya sí lo fueron. Me gustaría me conocieran por el hombre prudente, sensato, sabio y caritativo que son cualidades que persigo y que no acabo de alcanzar.

Lo que me aporta la parroquia de Santa Paula de Canillas de Madrid es fe, esperanza y caridad que a mi juicio son las virtudes más importantes del cristianismo. Fe en Jesús, esperanza de alcanzar la Gloria y caridad que yo entiendo por amor. Son la esencia misma del cristianismo. La parroquia me ayuda en esto como creo lo hace con todos los feligreses y me consta que también con aquellos alejados de la parroquia por voluntad propia pero que ven en los fieles un ejemplo de cristianos comprometidos como algunos me aseguran.

Lo que aporto yo a la parroquia podría ser mucho más de lo que hago. Hay otras dos parroquias muy queridas para mí a las que también aporto algo a pesar de los pesares Una la de mi pueblo natal (Abelón de Sayago) donde hay un sacerdote para 18 pueblos…y luego nos quejamos aquí de que hay pocos curas y otra a la Virgen del Carmen de Benavente en la que participo cuando estoy por allí. Si dijera lo que aporto a estas parroquias podría ser tachado de engreído y con razón porque dice el Evangelio en Mat 6,2:”Por eso cuando des limosna, no toques trompeta delante de ti, como hacen los hipócritas en las sinagogas y en las calles, para ser alabado por los…”.

Pero bueno diré algo de lo que me gustaría aportar a la que tengo más cercana que es la de Santa Paula a la que no aporto más por circunstancias que no vienen al caso y es acercarme a la historia de la Ermita de San Blas para luego podérsela contar a los fieles. Como es cosa complicada la cuestión va despacio, aunque si Dios me da salud y fuerza todo se andará.

En cuanto a lo que aporta la parroquia al barrio y perdonad mi insistencia en este tema es fe, esperanza y caridad que son las cuestiones principales. Podría estar enumerando horas y horas las cuestiones que aporta esta parroquia a sus feligreses e incluso a los que no lo son y probablemente me quedaría corto. Eso ya lo hacen los del grupo de comunicación Baste como muestra algunos botones. El trabajo de sus fieles para que todo vaya adelante, la administración de los sacramentos, catequesis, apoyo a Cáritas, oración, ayuda a los necesitados, campamentos, charlas, convivencias, mantener la ermita, mantener y crear cofradías, procesiones, préstamos de sus salones parroquiales a los vecinos y un largo etc.

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